
En muchos casos de carácteres reactivos la defensa no se dirige (o no se dirige solamente) contra los impulsos, sino cintra el hecho de experimentar emociones vinculadas a los impulsos. Todos los mecanismos de que nos hemos ocupado como defensas contra los afectos pueden verse reflejadas en las actitudes de carácter.
Cuantiosas contracatexis son empleadas a menudo en la defensa contra la angustia. Muchas actitudes defensivas no se dirigen contra la situación en que puede surgir la angustia, sinó unicamente contra la apricion de esta angustia.
Un niño asustado necesita ante todo, afecto externo, o más bien suministros narcisisticos para ser menos desvalido y sentirse más cercano a la omnipotencia. Necesita el contacto de la mano de la madre, es decir, que tiene dentro de si: es la introyeccion.
Es frecuente también el tipo opuesto de protección contra la angustia: la proyección. Algunas veces cierto grado de angustia en los demás sirve de ayuda contra la angustia propia, mientras que si en los demás llega a ser grande, puede movilizar el pánico.
Todo aquello que aumenta la autoestima tiene un efecto estimulante y es buscado por ello por las personas en lucha contra la ansiedad. Ciertas personas parecen regidas enteramente por una necesidad de acumular suministros narcisisticos, afecto, aprobación, poder prestigio, en las menos primitivas se tratad e la aprobacion del superyo.
Debido al hecho que la causa real de una ansiedad neurotica es inconsciente y se halla vinculada a exigencias instintivas que tienen su origen en fuentes somaticas, todos los reaseguramientos por regla general resultan insuficientes.
En general se puede afirmar que aquellos que ponen un apasionado interesen lograr o perder prestigio son personas inconscientemente atemorizadas que tratan de negar y superar su ansiedad. Los caracteres narcicistas no nacen tale. Sus actitudes se dirigen a combatir temores muy arcaicos.
La Psicología y el Psicoanálisis ayudan a darse cuenta de todo esto.
