
1. Los «enfermos» no van a psicoterapia. La psicología no divide a las personas entre «enfermos» y «sanos», simplemente establece que en la vida de todos puede haber dificultades emocionales, relacionales y existenciales, y es bueno enfrentarlas.
2. La psicoterapia es un espacio donde se suspende el juicio. En psicoterapia no hay personas buenas ni malas, no existen los incapaces.
3. La psicoterapia es un espacio para pensar y para expresar todo lo que a una persona le puede pasar por la cabeza y no puede expresar habitualmente. En la sociedad actual hay una paradoja obvia: la gente piensa mucho pero lo hace casi clandestinamente, ya que los valores sociales dominantes afirman la importancia de la acción, el resultado, el producto. En psicoterapia se puede pensar sin sentirse extraño o anacrónico.
4. En psicoterapia es posible detener el tiempo. Esta expresión no significa un milagro de la física, sino la oportunidad de hacer una pausa para reflexionar sobre los estados emocionales y cognitivos sin tener que perseguir una fecha límite apremiante, una obligación temporal. En psicoterapia, la prisa y el frenesí de la existencia diaria se pueden dejar de lado.
5. En psicoterapia, los objetivos y la duración del proceso son decididos por el paciente. De hecho, el paciente conoce sus propias necesidades, los deseos que lo mueven, es el paciente quien determina a dónde quiere ir.
6. En psicoterapia no hay contenidos inconfesables. El paciente revela lo que quiere sin recibir ninguna presión para revelar nada más, pero si quiere tratar temas delicados, episodios de su vida que nunca le ha contado a nadie, si quiere explorar sus fantasías o sus sufrimientos más íntimos, puede hacerlo. en absoluta libertad porque el terapeuta no se desestabiliza por los contenidos que escucha y no los somete a ningún tipo de evaluación moral.
7. En psicoterapia uno puede conocerse a sí mismo, de hecho, el autoconocimiento a menudo representa el propósito principal con el cual se emprende un camino terapéutico. La psicoterapia trata los síntomas que causan sufrimiento psicológico, pero al mismo tiempo puede mostrar al paciente cuáles son sus mecanismos de funcionamiento en la vida diaria, cuál es su carácter y estructura de pensamiento, qué patrones emocionales se utilizan. más frecuentemente en las relaciones sociales. Poder explorar en profundidad es un logro extremadamente valioso, y la pregunta «¿por qué siempre hago las mismas cosas que me ponen en problemas?» Está en el corazón del trabajo terapéutico.
8. Los problemas concretos se pueden resolver en psicoterapia. No hay temas triviales o propósitos sin importancia, por lo tanto, la atención se puede enfocar en resolver una pregunta práctica, en la organización de la vida diaria, en las elecciones pequeñas o grandes que surgen en la experiencia de cada individuo.
9. La psicoterapia ayuda a hacer planes. Cuando el paciente encuentra una respuesta satisfactoria a las preguntas «¿qué quiero?», «¿Cómo me gustaría mi futuro?», Se hace más fácil, o menos complicado, elaborar uno o más proyectos personales.
10. La psicoterapia es una relación humana. El terapeuta es un ser humano que está del lado del paciente, lo alienta y siente una cercanía empática hacia él, logrando proponer también puntos de vista alternativo, que surge tanto de la competencia profesional como de la posibilidad de observar eventos desde el exterior, sin la agitación emocional que afecta los pensamientos del paciente.
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